Ireth Sutcliff

Datos Personales

Nombre Completo: Ireth Sutcliff
Edad: 20 años.
Grupo: Moriel
Rango: Feudal de Moriel.
Don: Sombraquinesis

Datos Descriptivos

Descripción Física:

Spoiler:

Descripción Psicológica: Insegura, tímida, inmadura, inestable y humilde, aunque tiene la habilidad de aparentar todo lo contrario como método de auto-defensa. También es misteriosa e ingeniosa. No le gusta hablar de sí misma a nadie, jamás expresa lo que siente en realidad, pero si se muestra curiosa a la hora de descubrir cosas sobre la gente que le rodea, sin importar quedar como una descarada.
Se oculta tras un muro creado por su propia mente, rogando que jamás nadie sea capaz de resquebrajarlo, únicamente acompañada por la soledad y su insensible sombra exenta de humanidad.
El constante acoso de sus recuerdos convertidos en pesadillas la convierte en una eterna niña que intenta aparentar madurez, creando una terrible inseguridad que se transforma desequilibrio emocional de cara a la gente (frecuentemente llamado bipolaridad), provocando que tiendan a pensar que está trastornada y elijan apartarse de su lado, ayudando a que sea una solitaria.

Datos Históricos

Historia: Ireth creció con sus padres en una hermosa casa feudal, rodeada de cuantos caprichos pedía y acunada con el eterno amor de sus padres.
La muchacha creció siendo una niña normal, jugando con otras pequeñas a las muñecas, persiguiendo a las mascotas para estrujarlas o robando los pasteles a la cocinera cuando estaba distraída. Todo el mundo tenía buenos presagios para la chiquilla. Sería una hermosa mujer en cuanto creciera, encontraría un buen esposo y viviría felizmente eh una enorme mansión, imitando la vida de su madre y criando sus propios hijos.
Claro que, las cosas cambiaron cuando Ireth comenzó a comportarse “extrañamente”. No eran pocas las veces que los criados y sus padres la habían encontrado hablando sola en voz alta, deambulando por los oscuros pasillos de la mansión pasada la medianoche o desgarrando sus hermosos vestidos de colores.
Sus padres, preocupados, intentaron hablar con ella para que dejase de hacer cosas “impropias de una señorita”, pero cuanto más tiempo pasaba para Ireth, más extraño se hacia su comportamiento, y las pocas veces que hablaba con la gente lo hacía de temas extravagantes o utilizando monosílabos.
Su actitud se atribuyó a su don, distinto al de sus progenitores y al final todos se acostumbraron y continuaron haciendo la vida normal en una casa feudal.
Lamentablemente todo cambió radicalmente cuando una noche sus padres asistieron a un baile que celebraban unos amigos de la familia. Ireth, por supuesto, prefirió quedarse en la casa, y sus padres, de nuevo y por última vez, la consintieron.
Y jamás volvieron.
La carroza en la que viajaban se despeñó por un acantilado. Al parecer, la tierra estaba inestable a causa de una violenta tormenta que estalló sin previo aviso y que empapó la tierra, transformándolo en barro resbaladizo que los arrastró hasta el abismo.
Por suerte o por desgracia, tenía la edad suficiente como para recibir la fortuna y las tierras de sus padres cuando estos murieron, y no necesitó un tutor que terminara de educarla.
Poco a poco, fue despidiendo a todos los trabajadores de la casa, hasta que solo quedaron los estrictamente necesarios, con los que mantenía un trato estrictamente formal. Los viejos conocidos de sus padres, que en un principio se interesaban por ella, también fueron alejándose hasta perder el contacto.
Nadie quería saber nada de una joven solitaria que hablaba con las sombras.
Ireth se quedó sola.
Sola? No. Tenía a su sombra.
Y era lo único que necesitaba.

Familiares: Alissa Sutcliff, 42 años. Feudal de Moriel. Fallecida.
Claude Sutcliff, 45 años. Feudal de Moriel. Fallecido.

Datos Extras

Enfermedad: Insomnio.
Gustos/Odios: Ama estar sola, el silencio, leer, escribir, meditar y los gatos. Morderse los dedos, descubrir cosas nuevas y observar a la gente desde lejos, oculta entre las sombras.
Le desagrada que cualquiera descubra cosas de ella, y no le hacen gracia los niños.
Fobias: Teme a las luces deslumbrantes o potentes (sobretodo a los rayos), hasta el punto que puede quedarse paralizada e indefensa, o reaccionar del modo contrario y volverse extremadamente violenta.
Otros: Nunca se ha vinculado sentimentalmente con un hombre, pero tiene especial curiosidad por saber que se siente.